Al final pensamos que...
Adónde llegamos?
Luego de todo lo vivido y lo buscado, llegamos a una conclusión, en algunos casos no del todo alentadora.
Con respecto al marco normativo, nos encontramos con una opción que quizás no fue del todo acertada. Teniendo en mira los derechos de la madre para sostener el vínculo, se alargó la estadía de los chicos en el Penal de 2 a 4 años, y esto no es favorable, porque a ésta edad, quedan registrados hábitos carcelarios. Fue la inquietud de una mamá no haber podido desterrar del vocabulario de su hijo, la palabra “celadora”.
Nos encontramos ante un gran vacío legal, permitiéndonos inferir que quizás al Estado y a nuestros legisladores, estos chicos y sus madres, no le importan.
También, nos frustramos al descubrir, que no existe ninguna investigación sobre cuáles son las consecuencias para los niños, y cómo repercute en su vida, haber pasado sus primeros años en cautiverio. Y nos dimos cuenta que para resolver nuestros primeros interrogantes, caer en una generalización, sería un grave error, porque todo depende de la particularidad de cada caso. En muchos de ellos, tristemente, podemos entender que están mejor dentro del Penal, porque no les falta para comer, y tienen una cama calentita. Entonces nos seguimos preguntando, qué pasa cuando llega la hora de volver al Mundo? Cómo recibe la sociedad a estas familias? Existe contención para ellos? Y sus madres, si fueron excluidas antes del Sistema, serán reincorporadas a su salida? Lo dudamos. Ni la sociedad ni el mismo entorno que las trajo tras rejas, da su apoyo.
Sin dudas, una vida en libertad es lo más saludable. Pero ser libre y no tener para comer, es casi un sin sentido. Lamentable pero real. Tener sus necesidades básicas satisfechas, a qué costo? El encierro, las puertas de rejas que se abren y cierran, el silencio y las prohibiciones, no toques, no juegues, no corras, no llores. No.
Concluiremos nuestro trabajo, cuando logremos difundir el tema y sintamos que hicimos algo por las madres y sus hijos. Por un cielo sin bordes de alambre de púa.